Las proteínas son los pilares fundamentales de la vida ya que cada célula del cuerpo humano las contiene. La estructura básica de la proteína es una cadena de aminoácidos por lo que resulta necesario consumirlas en la dieta para ayudar al cuerpo a reparar células y producir nuevas.
Las proteínas alternativas responden a distintos problemas: la necesidad de proteínas de calidad para una buena alimentación; la reducción de la huella ambiental; o la reducción de la dependencia de materias primas procedentes del extranjero.
La mayoría de estos tipos de proteínas se obtienen de procesos sostenibles que ayudarán a una reducción de la huella ambiental. Asimismo, son fuente de una proteína rica en aminoácidos, proteína de buena calidad para una buena alimentación. El reto en un futuro cercano será conseguir producir este tipo de proteína en nuestro entorno, sin tener que depender de producción extranjera, y hacerlo en una escala adecuada para poder introducirla en nuestra alimentación habitual.
Ventajas de las proteínas alternativas
Salud: Las proteínas alternativas son generalmente altas en fibra y otros nutrientes beneficiosos como vitaminas, minerales y antioxidantes y bajas en grasas saturadas y colesterol. Además, algunas como la soja y los guisantes contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para una alimentación completa, lo que las convierte en una fuente de proteína completa comparable a las proteínas animales.
Innovación y desarrollo tecnológico: El impulso de la innovación y el desarrollo tecnológico en la industria alimentaria tiene mucho que ver con el incremento de la demanda de proteínas alternativas ya que la industria está desarrollando nuevas técnicas de procesamiento y producción, así como productos y alimentos con características similares a las proteínas animales. Unas proteínas alternativas que se obtienen de plantas como la soja, guisantes, legumbres, algas y de otros microorganismos como bacterias modificadas genéticamente o levaduras.
Bienestar animal: Estas proteínas ofrecen una alternativa para quienes buscan reducir o eliminar su consumo de carne por razones éticas ya que no provienen de fuentes animales.
Sostenibilidad ambiental: La huella de carbono de las proteínas alternativas, al provenir de fuentes vegetales o microorganismos es más baja ya que requieren menos recursos naturales para su producción y eso las hace, desde el punto de vista ambiental, más saludables.
Diversidad alimentaria: Contribuyen a una dieta más variada y nutritiva por su amplia gama de opciones y sabores y son ideales para personas con alergias alimentarias o restricciones dietéticas porque son libres de lactosa o gluten en la mayoría de los casos.