El Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTNC) dispone de un sistema organizado y estructurado de vigilancia tecnológica que posibilita desarrollar informes de ayuda a las empresas a tomar decisiones con un menor riesgo y les permite anticiparse a posibles cambios.
Para ello, los profesionales del Centro, en esta materia, rastrean constantemente todas las fuentes de interés para el sector alimentario, identificándolas, seleccionándolas, analizándolas y difundiéndolas, a través de diferentes medios. Como resultado se elaboran diferentes boletines como el de alertas legislativas o informes sobre temas concretos como envases activos, envases plásticos, alimentos naturales, economía circular, etc.
Para implementar un buen servicio de vigilancia tecnológica se hace necesario el estudio del origen, la composición y la estructura de los alimentos. Todo este trabajo requiere de una observación a lo lago de la cadena alimentaria para garantizar la calidad de los productos que consumimos. La seguridad alimentaria por tanto son las medidas que se ponen en marcha para garantizar que los alimentos sean sanos, seguros y cumplan con las expectativas del consumidor.
La vigilancia tecnológica debe ser prioritaria para las empresas y tiene que implantarse de forma segura porque, de no ser así, la compañía asume un riesgo muy alto en el momento de tomar las decisiones. Identifica y conoce el entorno para nuestro negocio, se anticipa a los cambios del entorno, minimiza los riesgos tecnológicos asociados a la innovación, colabora y coopera con socios estratégicos e innova ya que nos ayuda a detectar oportunidades de mejora para el proyecto de nuestra compañía.
Entre las ventajas de contar con una buena vigilancia tecnológica resulta evidente que ayuda a fijar la estrategia de I+D+i y sus resultados contribuyen a establecer la dirección de los proyectos de investigación. Asimismo, contribuye, si así lo consideramos, a abandonar a tiempo un proyecto de investigación, identifica oportunidades de inversión y ayuda a incorporar nuevos avances tecnológicos a los productos. Cabe destacar también que, otro de los beneficios es que, permite evitar barreras no arancelarias en los mercados exteriores.
Para ello, es necesario contar con el personal preparado, es muy importante la observación del entorno para conocer la competencia y saber las necesidades de los clientes y los consumidores.
Cuando una compañía realiza una buena vigilancia tecnológica acelera la innovación, está más preparada para encontrar nuevos clientes y mercados y sin duda, adopta mejores decisiones en sus procesos de innovación.
Entre los componentes que necesitamos para hacer vigilancia tecnológica encontramos la importancia de tener una buena fuente de datos que nos facilite información interna de la compañía, instrumentos de análisis para comprobar que información es importante y cual no, disponer de una planificación de comunicación para divulgar la información en la empresa, es decir, disponer de una estrategia para llevarla a cabo; se trata de identificar las necesidades del cliente, obtener información, analizarla, procesarla y valorizarla, difundir los resultados y protegerlos.
Desde el CTNC se plantea la VT como la forma sistemática y focalizada de captación de información de calidad tanto del exterior como de la propia organización, sobre ciencia y tecnologías alimentarias, análisis y difusión para que sirva de apoyo en los procesos de toma de decisiones. Es un sistema abierto y retroalimentado con el siguiente esquema:
- Identificación de necesidades y captación de conocimiento
- Análisis y diseño de líneas de I+D
- Difusión y transferencia del conocimiento adquirido al sector agroalimentario y afines
Es importante identificar, definir y planificar las fuentes internas y externas a vigilar. Actualmente disponemos de mucha información y de fácil acceso, pero no toda es pertinente ni de calidad.
FUENTE: CTNC