La EFSA ha emitido una opinión actualizada sobre la seguridad del dioxido de titanio (E171) cuando se utiliza como aditivo alimentario.
La evaluación actualizada revisa el resultado de la evaluación anterior de la EFSA publicada en 2016, que destacó la necesidad de más investigación para llenar las lagunas de datos. El profesor Maged Younes, presidente del panel de expertos de la EFSA sobre aditivos alimentarios y aromatizantes (Food Additives and Flavourings, FAF), dijo: “Teniendo en cuenta todos los estudios y datos científicos disponibles, el panel concluyó que el dióxido de titanio ya no puede considerarse seguro como aditivo alimentario. Un elemento crítico para llegar a esta conclusión es que no pudimos excluir los problemas de genotoxicidad después del consumo de partículas de dióxido de titanio. Después de la ingestión oral, la absorción de partículas de dióxido de titanio es baja, sin embargo pueden acumularse en el organismo”.
La evaluación se llevó a cabo siguiendo una metodología rigurosa y teniendo en cuenta miles de estudios disponibles desde la evaluación anterior de la EFSA en 2016, incluida nueva evidencia científica y datos sobre nanopartículas.
FUENTE: EFSA