Aunque el propóleo ha demostrado su potencial como conservante alimentario, la principal limitación en su uso es el sabor y la alteración de las propiedades sensoriales de los alimentos. Investigaciones llevadas a cabo por la Universidade Federal de Ouro Preto demuestran cómo la generación de nanoemulsiones de propóleo contribuyen a la conservación de los alimentos sin detrimento de sus propiedades organolépticas.
Los extractos de propóleo se obtuvieron por extracción química con hexano, acetato de etilo y etanol. La capacidad antimicrobiana de los extractos se valoró con distintos microorganismos patógenos como la Listeria o la Escherichia coli, y la antioxidante mediante métodos de foto-colorimetría in vitro y por ABTS. Las muestras extraídas con etanol destacaron por el contenido en artepilina-C y drupanina entre otros.
La nanoemulsión, desarrollada por el método de inversión de fase, fue estable en condiciones de estrés térmico y centrifugación. Con todo lo observado, los investigadores afirman que las nanoemulsiones de propóleo podrían se empleadas en la conservación de alimentos sin que ello implique una degradación sensorial.
