Entrevista del Diario La Razón al director del CTNC, Pablo Flores Ruiz

11, abril, 2021 .-«Con la pandemia, el consumidor se ha refugiado en la compra de alimentos más saludables»

Tras más de medio siglo trabajando en la innovación en el ámbito agroalimentario, el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTNC) es uno de los centros tecnológicos más punteros dedicado a la investigación alimentaria y el único de ámbito nacional en la Región de Murcia enfocado a investigar en uno de los sectores más importantes para la economía nacional como lo es la industria alimentaria española. Pablo Flores dirige este centro y cuenta a LA RAZÓN qué obstáculos ha supuesto la pandemia de la Covid-19 y qué objetivos se han marcado para potenciar el resurgir empresarial tras la crisis.

-¿Qué importancia tiene el CTNC en las empresas murcianas? ¿Y para las nacionales?

-Funciona como un socio estratégico en materia de innovación alimentaria ya sea en el ámbito regional como nacional. En el Centro realizamos tareas de investigación, ejecutamos proyectos de I+D+i generando conocimiento e implementando la última tecnología del mercado. Sobre todo, proporcionamos valor añadido a las empresas que nos plantean sus necesidades o nos sugieren líneas de trabajo para la investigación aportando un servicio integral en el proceso de innovación.

-¿En qué medida ayuda los conocimientos en I+D+i del Centro al desarrollo de las empresas?

-Invertir en Investigación, Desarrollo e Innovación tecnológica es generar conocimiento para resolver incertidumbres y adoptar medidas que permitan disminuir riesgos y aumentar rentabilidad y beneficios. Los conocimientos del CTNC mejoran la productividad de las empresas y les ayudan a reducir costes y problemas medioambientales.

-Con más de 50 años de experiencia, ¿a qué ritmo se adapta la tecnología a los cambios?

-La tecnología está permanentemente atenta a las novedades porque el entorno empresarial también lo está al cambio y la innovación, por lo que la adaptación es necesaria y su ritmo es casi instantáneo. De ahí que sea imprescindible que exista una simbiosis perfecta entre la empresa y los agentes tecnológicos que son los que ofrecen soluciones a cada situación para mejorar en competitividad.

-Es inevitable no mencionar la pandemia de la Covid-19. ¿Cómo han vivido este último año?

-Se ha perdido mucha actividad en los centros con una menor contratación de los servicios de I+D por parte de la industria agroalimentaria. Muchos proyectos dirigidos desde el CTNC han sufrido una paralización o ralentización debido a la crisis económica pero creemos firmemente en el activo fundamental del Centro que son los investigadores que lo forman para sacar adelante los estudios que durante este año no han terminado de ver la luz.

-¿En qué medida han aportado sus conocimientos tecnológicos al desarrollo empresarial durante este año?

-Como en todas las crisis, siempre surgen oportunidades. Esta crisis ha puesto de manifiesto que el consumidor se ha refugiado en la compra de alimentos más seguros y saludables. Al igual que la seguridad sanitaria se ha visto incrementada también ha aumentado la seguridad en la alimentación, lo que conlleva un mayor control de los alimentos que se procesan en las empresas. El sector agroalimentario se enfrenta ahora a retos derivados de la crisis económica ocasionada por el estado de alarma de los últimos meses como reactivar el sector HORECA (hostelería, restauración, catering); pensar en la reconversión de los nichos de mercado de productos alimentarios ‘premium’; y consolidar las ventas en el mercado nacional en compensación de la caída de las exportaciones.

¿Cuál es el siguiente paso en la recuperación empresarial?

-Para mantenerse en el mercado y seguir siendo competitiva, la empresa agroalimentaria no solo tiene que adaptar su operativa diaria a la nueva normalidad, sino que también debe anticiparse a los cambios de mercado y de consumo que se prevén a medio plazo como consecuencia de las negativas perspectivas económicas. Por ello, numerosas empresas agroalimentarias han tomado conciencia de la necesidad de seguir apostando por el uso de nuevas tecnologías y por la inversión en I+D+i.

-¿Vive la industria alimentaria una transformación en materia tecnológica?

-Sí, y eso es fruto de la competitividad y las exigencias de la regulación en materia de trazabilidad y seguridad alimentaria. La digitalización es un componente fundamental para la industria en general y para la agroalimentaria en particular. El éxito consiste en colocar la innovación en el centro de los procesos de producción de las compañías para fabricar de manera inteligente lo que permite una entrega rápida y rentable de tus productos.

-¿La Región de Murcia cumple con las exigencias europeas de sostenibilidad? ¿Y España?

-Aún no estamos en los niveles de sostenibilidad que serían los deseables pero, es cierto, que cada vez más los modelos productivos cambian para acercarse a esas exigencias europeas de desarrollo sostenible. La innovación y la tecnología son esenciales para conseguir una transición hacía una economía circular. En el Centro llevamos más de 20 años trabajando en proyectos relacionados con la reutilización del agua depurada ya que en la Región de Murcia se trata de un recurso escaso y caro.

-¿La sociedad es consciente de la importancia que tiene garantizar seguridad alimentaria?

-La sociedad es cada vez más exigente y, por tanto, reclama mejores productos para su consumo y, es más, demandan saber qué y cómo se producen y que grado de seguridad alcanzan. Desde CTNC asesoramos a las empresas sobre las nuevas normativas que van surgiendo y a las que deben adaptarse. Continuar reforzando los sistemas alimentarios es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población.

-¿Hay una nueva generación más preocupada por los hábitos alimenticios?

-Rotundamente, sí. Los jóvenes se preocupan por comer cada vez más sano, les preocupa el planeta, la conservación del medioambiente y los residuos. Pero a la vez la generación más preocupada por la alimentación saludable es la que menos tiempo pasa en la cocina y sus hábitos alimentarios son consecuencia de la época en la que viven; están muy concienciados por el cambio climático, se preocupan más por los hábitos alimenticios pero entienden una forma de cocinar más fácil, rápida y sana y eso es lo que los distingue de otras generaciones anteriores.

-¿Cuál es el objetivo a medio plazo del CTNC? ¿Y a largo plazo?

Tenemos un ambicioso plan estratégico en el que pilotan cinco ejes fundamentales. Estrategia de marketing y Orientación a Mercado, no podemos perder nuestra identidad como asociación empresarial y por ello debemos ser una herramienta al servicio de estas, así como enfocarnos continuamente a sus necesidades. Eficacia y eficiencia organizativas, aplicamos la mejora continua en todos los ámbitos técnicos y de gestión para ser más productivos. Las Personas, que son la pieza clave para alcanzar nuestros objetivos y cumplir nuestra misión como centro. La Transferencia de Conocimiento, mediante acciones encaminadas a propiciar el diálogo y la comunicación entre los agentes del sistema para transferir el conocimiento al sector empresarial. Y potenciar la I+D+i puesto que es nuestro producto principal para añadir valor a las empresas.

 

Antonio G. Valenzuela

Diario La Razón