El incremento de generación de residuos en los últimos está creciendo de forma alarmante. Entre ellos, destacan los residuos agroalimentarios. En el post de hoy, vamos a mostrar la gran importancia que puede suponer la correcta valorización de estos residuos.
Los residuos agroalimentarios son aquellos que son generados por las industrias del sector agroalimentario, en cualquiera de las fases de sus procesos, es decir, desde la cosecha/crianza hasta el producto terminado (Castro- Muñoz et al., 2022).
La generación de residuos agroalimentarios es algo que no podemos evitar debido al procesamiento de materias primas y animales para la producción de alimentos. Sin embargo, el incremento de la población lleva aparejado el aumento de la demanda alimenticia para subsistir, lo que provoca un crecimiento desmedido en la cantidad de residuos agroalimentarios. En la actualidad, estos residuos forman parte del problema ambiental es por eso por lo que en el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTNC) trabajamos para dar una segunda oportunidad a ese tesoro escondido que tienen estos residuos.
La valorización de residuos consiste en su transformación para darle un uso distinto y su uso en otros procesos industriales, disminuyendo la acumulación de éstos y su impacto medioambiental.
Los residuos agroalimentarios poseen un alto valor añadido; de ahí que, por ejemplo, residuos de cítricos o frutas se destinen a productos cosméticos u otros como los resultantes de hortalizas y verduras sirvan para fabricar envases para la conservación de alimentos.
De ahí que los procesos de valorización de residuos agroalimentarios se presenten como una oportunidad de obtener recursos a bajo coste y como una acción que repercute en el bienestar del medio ambiente.
Debido al incremento de los residuos, la economía circular se presenta como una vía fundamental para paliar dicha situación. En dicha economía circular, el protagonismo lo tenemos todos, desde el sector primario, encargado de la producción de alimentos, y el sector secundario, cuya labor es su transformación y distribución, hasta los consumidores finales. Los consumidores finales tienen que concienciarse de que la economía circular puede suponer un gran avance con beneficios para nuestro medio ambiente y para la economía.
En cuanto a los beneficios que aporta la valorización de los residuos agroalimentarios se puede decir que es su reinserción como principios bioactivos de alto valor añadido ya que poseen biocompuestos como proteínas u oligosacáridos que pueden dar lugar a fórmulas muy interesantes al sector de la cosmética o al nutricionista.
El ahorro de costes al no tener que procesar los residuos al vertedero es otra ventaja, de hecho, es un beneficio que se obtiene al ser vendidos a otra empresa como materia prima.
En el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación somos expertos en dar una segunda oportunidad a los residuos alimentarios. Puedes visitar nuestra web y ver los proyectos en los que estamos inmersos en relación con la valorización de subproductos de la industria alimentaria.