Aplicado a la alimentación permite crear una base de datos digital segura y a prueba de manipulaciones
Nacido al calor de los servicios financieros y las criptomonedas, el Blockchain continúa su rápida evolución introduciéndose en los segmentos industriales más variados. El agroalimentario es uno de ellos.
Aplicada a la alimentación, esta tecnología permite que cada actor en la cadena de suministro (productores, procesadores y distribuidores) complete la información de trazabilidad que les concierne para cada lote de producto (fechas, lugares, edificios de cría, circuito de distribución, tratamiento potencial, etc …), así como crear una base de datos digital segura y a prueba de manipulaciones en la que se almacenan toda la información transmitida por sus usuarios.
Y esto, en alimentación es sumamente interesante. Sobre todo, en el momento en que hay complicaciones, por ejemplo, de seguridad alimentaria, porque permite «recuperar rápidamente la información necesaria para volver a la línea de producción lo más rápido posible e informar a todos los actores», explica Emmanuel Delerm responsable de Blockchain de Carrefour y añade: «Tiene incentivos porque cada actor es responsable de su información y se genera un efecto de rendición de cuentas».
