Uno de los grandes retos del sector del gran consumo es reducir la cantidad de plástico que utiliza: el que usamos para pesar la fruta y la verdura (bolsas y guantes de un solo uso), el que protege los alimentos o contiene los productos, las bolsas de la compra…
El ecommerce contribuye al problema. España es ya el cuarto país en ventas online y este empaquetado genera el doble de daño ambiental que el tradicional, aunque el 80% de ese impacto se puede reducir en la fase de diseño con un modelo adecuado y sostenible, según las conclusiones de un informe de la asociación de empresas y fabricantes de gran consumo (Aecoc).
El 73% de los consumidores querría menos embalajes en los pedidos y un 43% pagaría más por materiales más respetuosos, según datos de la plataforma de estudio del comprador Aecoc Shopperview.
Buscar alternativas a este material no es tan fácil, pero la industria está echándole imaginación. La cadena mayorista Makro ha lanzado un surtido de productos desechables para su uso en hostelería.
Son cubiertos y vasos hechos con caña de azúcar, pulpa de trigo, hoja de palma, pulpa de maíz, así como pajitas para beber de papel y removedores de café de madera. La de caña de azúcar, que se consideraba inutilizable, es además más resistente que el plástico y soporta temperaturas superiores