Un cambio de tendencia en positivo se afianza en cuanto al consumo de las bebidas refrescantes, por lo que prevé un fuerte crecimiento para este 2015, impulsado en buena medida las altas temperaturas de este verano. En estos años de crisis, llama la atención el importante trasvase de consumo que se ha producido desde la hostelería al hogar, ya que el canal horeca arrastra ocho años de caídas, perdiendo peso hasta quedar en un 22,4% ,frente al 30% de hace una década. No obstante, en los últimos meses del año ha dado signos de mejoría. De ahí, la previsión del sector de volver a cifras positivas en 2015, apoyado también en los buenos datos del turismo.De ese modo, el sector frenó su caída en 2014 cerrando con un leve descenso del 1,6%, con unas ventas totales de 4.278 Ml, según datos de Canadean. Una caída más moderada que se centra en las bebidas carbonatadas más tradicionales, como las colas, que bajaron un 4% hasta los 2.196 Ml. Mientras, aumentó la demanda de bebidas bajas en calorías, light y cero (del 15% al 30% en los últimos 10 años), hasta los 814 Ml, y de las tónicas, en su caso gracias al fenómeno gin tonic, en concreto un 7% alcanzando los 126 Ml.
Las nuevas tendencias apuntan hacia nuevas bebidas y sabores menos convencionales, en algunos casos aportando un beneficio funcional. Así surgen las bebidas de aloe vera, refrescos con yuzu, de té verde, sandía, sabor a bayas de enebro, etc. Además, se consolidan las gamas más premium en los sabores clásicos (ginger ale, cola, tónica, limón) en este caso orientadas a consumir con destilados de calidad. Empresarialmente, el año ha estado marcado por la conflictiva reorganización de Coca-Cola en torno a un único embotellador, que aún no ha concluido del todo.